El castillo data del siglo XII, presenta un excelente estado del que sobresale la torre del homenaje que se halla inserta al cuerpo central. En dicha torre podemos observar un mataáb protegiendo la entrada y un garitón en una de sus esquinas.
El castillo se halla protegido por un amurallamiento externo que en uno de sus ángulos se une con una torre semicircular.
Todo el conjunto se remata con merlones, se trata de una fortificación palaciega.
Casa residencial, documentada en 1197 a través de una donación testamentaría en que Guillem de Granada deja el castillo de Ferran a su sobrino Berenguer de Castellet. A lo largo del siglo XV está bajo el dominio de la iglesia de Tarragona.
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