El castillo fue construido en el siglo XV por la familia Vivero como
residencia señorial. Fue restaurado por la Diputación Provincial para
convertirlo en parador turístico, uso que no llegó a tener, siendo más
tarde cedido para sede de las Cortes de Castilla y León.
La torre del homenaje es de base rectangular y mide 34 metros de
altura.Los lienzos de muralla que unen los cubos están interrumpidos en
el centro por linternas y coronados por matacanes y almenas. Es de
sillería de piedra y torre del homenaje adosada, que se accedía por un
puente levadizo mientras que la comunicación entre sus diferentes pisos
interiores se hace por una escalera de caracol.
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