El castillo tiene planta poligonal y está construido sobre algunas
afloraciones rocosas que le sirven de cimientos y de muralla natural. Es
un castillo de tipo de muro cerrado, como el de Herrera del Duque, ya
que
aunque sobresalen algunas torres, sigue prevaleciendo el carácter
cerrado y compacto que aportan sus elevadisimos muros de gran grosor.
La entrada principal cuenta con la presencia de un cubo redondo como
protección añadida a un lado, resultando un espacio ceñido por éste, y
por la muralla al otro lado. En la zona inmediata a la entrada se
emplazan las dependencias residenciales del castillo, aunque ahora sólo
persisten algunos muros en los que, en todo caso, se aprecia por los
mechinales la existencia de tres pisos, el principal con una buena
chimenea cuya campana todavía se conserva adosada al muro, y todo con
diversas puertas y ventanas, algunas de las cuales muestran su
constitución con ladrillo y encaramadas con alfices del mismo material
que delataban la presencia de rifes mudéjares.
Mucho mejor se encuentra la gran torre del homenaje, cilíndrica ,
totalmente interior, aunque dada su gran altura y estar pegada al muro
perimetral es visible desde fuera. Su sistema de seguridad se basaba en
disponer el acceso en intermedia de la misma, desde los adarves de las
murallas colindantes, y desde ese nivel distintos tramos de escaleras
embutidas en el muro permitían descender a los pisos inferiores o subir
hasta el piso superior y la terraza que se adelanta en el voladizo sobre
grandes ménsulas.
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