El lugar fue ocupado desde la antigüedad como lo demuestran los restos hallados en el castillo, numerosos fragmentos de cerámica del Bronce y medieval. Martínez Pérez también afirma haber hallado bajo los restos del castillo unas veinte piezas de sílex.
El origen del poblado de Tous es anterior a la conquista del rey Jaime I y su nombre consta documentalmente por primera vez en 1257. Su castillo fue el último en someterse tras la derrota de Al-Azraq.
Su primer señor fue Juan Pérez Zapata a quien el rey le concedió la población a cambio de la alquería de Beniopa. Fue ésta una donación singular que sólo se explica por la amistad del rey con Agnes Zapata. Posteriormente perteneció a Alfonso de Montagut, a los Castellví, a los Condes de Carlet y a los Duques de Almodovar.
A lo largo de su historia ha sufrido una serie de importantes inundaciones debido a los desbordamientos del río Júcar.
El castillo se localiza sobre un cerro cuya cumbre sobresale junto a las aguas del pantano de Tous.
Se aprecian dos zonas de fortificación, la parte sur, donde se encuentra el conjunto mayor de defensas, el recinto principal de habitación con restos de cámaras internas, cimientos de torres y restos de cortinas en tabiya y mampostería, y en el extremo norte una gran torre rectangular asentada en roca, rodeada de murallas de un recinto anterior. Esta gran torre ha perdido las almenas pero conserva su bóveda superior. Ambos conjuntos están unidos por largas cortinas cuyos restos siguen siendo visibles.
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