domingo, 19 de febrero de 2017

CASTILLO DE LA CORONA o DE ALMUDÉVAR - HUESCA


El castillo es un recinto fortaleza de origen musulmán situado sobre el cerro que domina la población, cuya forma redonda dio origen al nombre árabe Almodóvar (el redondo), de donde proviene Almudévar. A partir de la conquista cristiana en 1118, se sucedieron las obras dentro del recinto, gracias a la carta puebla concedida por el rey Alfonso I que donaba el fuerte a los cristianos para construir allí una iglesia, abadía y casas. Las construcciones medievales están en ruinas y junto a ellas se levanta la Ermita de Nª Sª de la Corona.

 El recinto propiamente defensivo se nos presenta como un conjunto de restos arqueológicos de varias épocas, entre los que podemos distinguir una parte de murallas en el lado sur, la torre del Homenaje y la primitiva iglesia parroquial, que apoya su muro occidental en aquélla, utilizándola además como torre campanario. Sobre las murallas aparecen dos torreones rectangulares muy chatos y, en el extremo occidental de las mismas, una puerta de arco semicircular con grandes dovelas, en cuya clave aparece un escudo y la fecha de 1584. Era la entrada oficial al conjunto, y dado que no parece que hubiera escaleras u otro acceso para salvar el terreno, se supone que quizás hubiera un puente levadizo.


La torre del Homenaje, de difícil datación, es de planta rectangular, distinta de otras de su género por lo desigual de sus lados, que miden 13m x 5,30m, hecho que la hace parecer un grueso muro cortina, al estilo de los “shildmauer” germánicos. Es de piedra rejuntada, excepto en su remate, que fue alterado hacia el siglo XVI con una solana de arcos de ladrillo y una espadaña, los vanos son de solución románica.


 La primitiva parroquia, dedicada a Nuestra Señora, se construyó en buena piedra sillar entre 1184 y 1231, dentro del estilo cisterciense, con una nave y ábside poligonal. Todavía encontramos entre sus vestigios los arranques de las bóvedas de cañón ligeramente apuntadas, algún vano de medio punto abocinado, líneas de imposta y una semicolumna adosada, cuyo fuste parte de una mésula. El acceso se sitúa en el muro sur, es en arco de medio punto dovelado y a ambos lados del mismo, aparecen dos nichos en arco solio apuntados, que conservan algo de relieve muy deteriorado. En el muro norte quedan dos vanos cegados que comunicaban con sendas capillas abiertas en 1560, por la remodelación que en la iglesia realizó el maestro Pedro de Irizábal, y que pasaron a formar parte posteriormente de la actual Ermita de la Corona.




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