El castillo es planta cuadrada, flanqueada en tres de sus ángulos por
macizos cubos, mientras que en el cuarto sobresale el torreón del
homenaje con garitones. Las esquinas poseen torrecillas y en los
lienzos hay atalayeras en mensulones. No se conserva el almenado, aunque
sí la bellisima corona de matacanes.
El castillo perteneció a la familia de los Enríquez, almirantes de Castilla y se constuyó en una pequeña eminencia del terreno.
La
torre del homenaje, tiene como adornos, ocho cubos volantes, cuatro
angulares y cuatro entre los anteriores, algo más pequeños. Tuvo tres
pisos y se entraba en ella por un puente oscilante. Se conserva la
galería subterránea de escape.
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