El castillo está edificado en un cerro sobre el mar. Es un comjunto de fortificaciones, algunas excabadas en la roca y entre ellas restos de la torre del homenaje, rodeadas de murallas que se abren en la puerta, situada al noroeste.
Se dice que fue fundado por los cartagineses y reconquistado por romanos y árabes. Quedó incorporado a Castilla en el reinado de Fernando III y de ahí precisamente el nombre, pues su hijo, el infante Alfonso, que después había de ser Alfonso X el Sabio. lo ocupó el día en que se celebra la festividad de dicha santa. Jaime II de Aragón se apoderó de el en 1296 y su hijo Alfonso IV creó en Alicante un señorio para el infante Fernando, quien se lo regaló a P edro I Castilla. Después de ambos reinos continuaron disputandoselo, hasta que quedo por Aragón. En la Guerra de Sucesión de España fue ocupado por las fuerzas del archiduque Carlos y por las de Felipe V varias veces. Acabo siendo prisión militar.
Parcialmente derruido tras la Guerra de los Dos Pedros. en 1381 Pedro IV encargó su restauración al arquitecto Domingo Borrás. Este dividió la alcazaba en dos recintos. El primero de planta poligonal y torres en saliente construidas en mampostería y sillería en las esquinas, rematado por un almenado.
El segundo recinto se conoce hoy como plaza de la Torreta, en su frente interior se conservan varias torres de la antigua fortificación realizadas en sillería, y con él comunicaba un tercer espacio abierto sobre el que Felipe II mandó relizar nuevas reformas.
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