Las raíces de Deza, villa que fuera señorío de los duques de Medinaceli, se hunden profundas en el tiempo, como se desprende de los vestigios arqueológicos del neolítico-bronce de la Venta del Hambre y Valdecatalán.
No se aprecian restos de torres u otras construcciones en la muralla. En su interior, en el lugar conocido como del castillo o la fortaleza se encontraba el castillo original, con un accesa en arco de medio punto flanqueado por ds cuerpos y con una rampa junto a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, gótica, y donde indican que debió tener otra puerta de defensa exterior y que pudo tener una barrera muy fuerte.
La casa fuerte de los Finojosa, hoy convertida en sala de exposiciones, y que se encuentra en el perímetro de la villa, es de planta cuadrada, con dos torres y patio de dos plantas. Desde la puerta situada junto al palacio, ya fuera de la villa, se accede por un camino a las ruinas de un antiguo palacio con barrera.
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