El edificio se construyó sobre una pequeña altura desde la que se 
controla buena parte de la planicie circundante y los fértiles campos de
 la vega del Segura. Por su estratégica situación se encuentra 
visualmente conectado con el castillo de Monteagudo, Larache, el núcleo 
urbano de Murcia, y otras importantes fortificaciones que vigilaban el 
mencionado cauce hídrico.
 Actualmente este espectacular castillo-palacio está integrado en un 
campo de limoneros perteneciente a una propiedad privada, a la que se 
llega muy poco después de atravesar el núcleo urbano de la pedanía 
murciana de Monteagudo. Lo cierto es que la vía tradicional de acceso a 
la fortificación fue la antigua Senda de Granada, que conecta el sureste
 peninsular con la Andalucía oriental, así como el llamado Camino Viejo 
de Monteagudo, que comunicaba Orihuela con la ciudad de Murcia.
Se trata de un palacio fortificado de origen islámico que 
tradicionalmente se ha identificado con la residencia de Ibn Mardanis, 
"El Rey Lobo", el famoso rey musulmán de Murcia que resistió a los 
invasores almohades a mediados del siglo XII. Como han puesto de 
manifiesto varios autores, sería por tanto un edificio único dado su 
carácter intermedio en la evolución de la arquitectura hispanomusulmana,
 en concreto entre la califal-taifa y la nazarí. Su emplazamiento, 
dominando una gran explotación agrícola y espacios de recreo vinculados a
 la fortificación, relacionaría también esta construcción con la 
tradición áulica oriental.
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