viernes, 29 de julio de 2011

CASTILLO DE OROPESA - TOLEDO

 
 
 
 

Su origen se remonta al siglo XII. De las cuatro torres circulares originales sólo se conservan dos, a las que se suma la torre del homenaje, cuadrangular y con torretas en las esquinas, que se alza en la fachada frente al palacio. Completa el conjunto otra torre octogonal de dos cuerpos, adosada al parador, una del homenaje de construcción posterior y otra más, situada en el lienzo norte, dotada de una escalera de caracol de sillares altos


La fortaleza estaba unida a las murallas de la población, aunque se construyó un foso que la separaba de ésta. Se debe considerar que son dos castillos en uno, fruto de las reformas del siglo XV. La construcción del siglo XIII es de planta similar a un rectángulo con cubos de planta circular en sus vértices, mientras que son semicirculares los levantados para reforzar los paños.


El castillo nuevo tiene una planta que se asemeja un cuadrado. Se edificaron cubos de planta en forma de D en tres de sus vértices. En el el ángulo restante se realizó una torre de planta cuadrada, mucho más robusta y menos esbelta que la torre del homenaje. Esta torre es de cinco plantas, se remata en su terrado con un antepecho almenado, que descansa sobre matacán compuesto de tres ordenes de medillones formando arcos aspillerados. En cada una de sus esquinas se construyeron escaraguaitas sobre lámpara abocelada. En ella se ve el escudo de Fernando Álvarez de Toledo y de doña Leonor de Stúñiga, su esposa. Tuvo en principio dos entradas una a nivel del suelo que daba acceso a una planta baja con forjado de madera y que se suprimió por su difícil defensa, y otra a la cual se accede desde las murallas y que da acceso a dos plantas, más la terraza o terrado.


 
 








 
 


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