No
lejos del río Piedra y del monasterio de su nombre,tiene este pueblo la
ruina de su castro secular y montoraz de bello conjunto y elevados
muros, flanqueados por circulares torreones decapitados que cierran la
plaza de armas, y ello cerca de un templo secular en la misma montaña. Fue esta fortaleza de
señorío en el período feudal de España y perteneció a los Medinaceli. En
su historia fue asaltado por los aragoneses y destruido cuando la
Guerra de Sucesión .
Para poder entrar al castillo hay que pedir la llave a un vecino del pueblo.
Su planta es pentagonal y cuenta con tres torres cilíndricas almenadas,
unidas por los dos lienzos de muralla que aún permanecen en pie,
encontrándose las otras dos una, reconstruida en parte, al igual que el
muro que las une a las otras torres, pero sin almenas y, la otra
destruida (hoy en día se ha edificado una de hormigón), situándose la
puerta principal entre ambos torreones. Y a continuación otro muro de
hormigón que cerraba el contorno con el pedregal que le seguía. Sobre
los muros y torreones se conservan todavía algunas ventanas con el
tradicional banco lateral de piedra en su interior y las saeteras
características en sus torres cilíndricas
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