Se supone que los árabes edificaron un castillo, fuertemente fortificado hacía el año 1090 debido al avance de Ramon Berenguer III por el Gaiá y el Penedés. En 1718 el castillo se encontraba totalmente derruido y la audiencia de Barcelona ordenaba que, para imposibilitar la defensa , se abrieran las puertas de la muralla hasta hacerlas de 30 o 40 palmos de anchura. Alrededor de 1929 hacía la función de corral en una casa de la calle del Castell.
Finalmente sus restos se utilizaron para la construcción de las casas en el sector sur de la población, aunque una pequeña muesta permanece adosada a lo que fuera su capilla románica que todavía se puede observar y consta de una nave con ábside redondo y ventana central.
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