lunes, 20 de febrero de 2017

CASTILLO DE ALQUÉZAR - HUESCA


 El topónimo árabe "Alquézar" (al-Qasr) significa fortaleza, y hace clara alusión a su origen militar. Es un pueblo surgido a la sombra de un castillo, poblando la falda de la montaña. Fue una de las principales fortalezas de la Barbitania, protegiendo el acceso a Barbastro. Según los cronistas musulmanes, perteneció primero a los Banu Jalaf y sería conquistada en el 893 por Ismail ibn Muza, de los Banu Qasi de Zaragoza, y tomada más tarde por al-Tawil. En 938, Abd al-Rahman III nombró a su hijo Yahia gobernador de Barbastro y Alquézar.


 Jalaf ibn Rasid levantó a comienzos del siglo IX esta fortaleza como enclave defensivo frente a los núcleos de resistencia pirenaicos cristianos, en este caso, frente al condado autóctono de Sobrarbe. 
En torno a 1067 es conquistada por Sancho Ramírez (hijo de Ramiro I) y se convierte en fortaleza cristiana -"Castrum Alqueçaris"- frente a los musulmanes, constituyéndose en punto clave para posteriores etapas de la Reconquista. Se dotó la fortaleza con guarniciones militares asistidas por una comunidad agustiniana. En 1099, se consagró como capilla real la iglesia de Santa María.


A medida que el proceso de la Reconquista avanza hacia tierra baja (Barbastro, Huesca,...) pierde importancia como fortaleza militar estratégica y se convertirá en una institución religiosa y centro comercial de la comarca, conocida como "priorato alquezarense". 
La población primitiva residía dentro del recinto amurallado del castillo. El aumento de población en el siglo XIII, gracias a las mejoras sociales y económicas, hará que se comience a edificar fuera de la fortaleza; la población se irá trasladando gradualmente al "Burgo Nuovo Alquezaris", dejando el castillo prácticamente deshabitado, ocupado solamente por algunos religiosos.
 
 El pueblo tiene una fisonomía totalmente medieval que muy poco ha cambiado, al menos en lo que se refiere al trazado de las calles: un trazado sinuoso con un evidente sentido práctico, facilitándose la comunicación (una red de calles bien enlazadas mediante otros callejones más pequeños) y resguardando de las inclemencias del tiempo (del sol y del viento). Es un trazado típicamente musulmán, de callejuelas estrechas y altas, pero es ésta una disposición típica de los pueblos de montaña más antiguos, adaptados a la topografía (las casas se apiñan en la ladera). Tenía el pueblo un cierto sentido defensivo como recinto cerrado y fuerte, tal vez amurallado (aunque esto no parece probable); se accedía por tres puertas de las que se conservan dos: la principal, gótica (siglo XIII), y la otra en la parte baja del pueblo; tenían portalones que se cerraban a una hora determinada, no permitiéndose el acceso al interior del pueblo. 








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