martes, 9 de julio de 2013

CASTILLO DE ALBARRACÍN Y RECINTO AMURALLADO - TERUEL


 El sistema defensivo de la ciudad se compone de tres castillos, el principal, el del Andador y el de Doña Blanca, y dos recintos cerrados por fuertes murallas. El primero de los recintos, que corresponde a la medina o primitiva ciudad musulmana, estaba rodeado por una muralla sin torres y con una sola puerta situada en las inmediaciones de la plaza Mayor.


 El sistema defensivo de la ciudad se compone de tres castillos, el principal, el del Andador y el de Doña Blanca, y dos recintos cerrados por fuertes murallas. El primero de los recintos, que corresponde a la medina o primitiva ciudad musulmana, estaba rodeado por una muralla sin torres y con una sola puerta situada en las inmediaciones de la plaza Mayor.



  Dentro de este recinto había dos castillos, el principal y la Torre de Doña Blanca, que defendía el extremo sur de la ciudad y cuya construcción debió realizarse en tiempos de Jaime II de Aragón, y que mide 18 metros de altura.. El castillo principal era denominada Alcázar y Alcazaba, también ha recibido el nombre de Castillo de Don Jacobo. El castillo presenta una planta irregular que se adapta a la superficie del terreno. Su acceso se realiza a través de una pequeña cuesta que había traspasado un segundo recinto que lo protegía. A la puerta de la entrada existen los basamentos de una torre albarrana, protectora del castillo. La puerta era también protegida por una potente torre situada a su derecha.


 El castillo se alza sobre un peñasco de forma triangular situado en lo alto del recodo que forma el meandro a su paso por la ciudad. Se halla a 1.198 metros de altitud. El castillo ha sido el núcleo origen de la ciudad.
Se supone que el área del castillo era ya habitada en época prehistórica, pero restos de cerámica indican que probablemente también los visigodos hubieran podido utilizarlo como residencia después de la invasión sobre los romanos.


Pero lo que sí es cierto es que el castillo se convirtió en un hisn y fue el centro del reino de Albarracín, fundado por Hudail Ibn Razín que se declaró independiente del reino musulmán de Córdoba aproximadamente en el 1.012.
La independencia supondría una mejora de las instalaciones de la residencia del castillo.
La cerámica hallada en sus excavaciones arqueológicas era de tipo andalusí correspondiente a los siglos X y XI.
Antiguamente se accedía a través de tres puertas, aunque hoy sólo queda constancia de una de ellas.

                                                     Torre del Andador

                                                    Recinto amurallado


Hay que decir que es en forma de pequeño talud y en recodo, como caracteriza a las entradas musulmanas. Dispone de once torres, de planta circular y abiertas hacia el interior de la fortificación. Sólo una de las torres es de planta cuadrada y corresponde a la era cristiana. Todo el recinto corresponde a una superficie de 3.400 m2.
El segundo recinto posee las murallas más imponentes. No sólo encerraba el caserío de este barrio, sino un amplio espacio de monte que podía servir para refugio de los ganados en caso de peligro.

                                                         Torre de Doña Blanca
 

Su punto más fuerte era la Torre del Andador, construcción del siglo X anterior a la edificación de este recinto exterior. La torre primitiva fue reforzada sucesivamente hasta convertirse en un castillo con su muralla, aljibe y plaza de armas. Durante el siglo XIV se debió reconstruir la casi totalidad del recinto, dotándolo de fuertes torres, cerradas las del frente norte y abiertas las del oeste, que no son más que pliegues de la muralla, que caso de ser conquistadas por los asaltantes no podían hacerse fuertes en ellas por no tener defensa hacia la ciudad.

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