Este pequeño castillo de origen musulmán que, tras la conquista cristiana, fue fortalecido comodefensa de la fortaleza aragonesa frente a los castillos sorianos de Monteagudo y Deza. tuvo siempre gran importancia para la Corona, ya que su gobierno recayó en tenentes nombrados directamente por el rey desde tiempos de Pedro III el Grande.
En este castillo, el 21 de enero de 1296 se entrevistaron Jaime II y el infante de la Cerda buscando apoyo aragonés en su lucha para conseguir la Corona de Castilla.
Apenas quedan vestigios de este importante castillo. Es un recinto ovalado de unos 50m. de eje máximo, en el que se mantienen dos muros muy erosionados que se alzan en difícil equilibrio sobre las rocas en las que se asientan. Son de gran anchura, gracias a lo cual se mantienen en pie, aunque amenazan un inexorable desplome.
Su obra es de tapial revestido por mampostería, que conserva en su cara exterior, mientras que en la cara interior ya se ha caído. En el centro del recinto o patio de armas se aprecian los vestigios de un aljibe, a juzgar por la dispersión que forma en el suelo. A nivel inferior quedan restos de un torreón circular en el que se adivina el vano de una puerta que, a través de un pasadizo en fuerte pendiente, comunicaba con el patio.
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